viernes, 30 de agosto de 2013

La dimensión antropológica y cultural de la tecnología. Germán Doig Klinge

Otra postura acerca del entendimiento de la tecnología en la vida del ser humano la presenta este autor, que se sitúa lejos de los enfoques deterministas. Sus planteamientos parecen de carácter teológico y considera a la tecnología como un derivado del hombre, como un instrumento que le permite llegar a un fin determinado, bajo la idea de que los seres humanos tienen una capacidad superior sobre otros seres y materiales y por tanto su misión es modificarlo para sobrevivir. La tecnología en este sentido es parte de la cultura y la cultura es producida por el hombre.

No obstante a pesar de la subordinación de la tecnología, ésta juega un papel importante en la vida del ser humano pues tiene impactos “positivos” y “negativos” en la cotidianidad. El punto que causa controversia sobre esta perspectiva es que más allá de hacer una reflexión teórica, sus constructos tienen un tono moralista que las cuestiona. De manera personal considero que la visión de Medina es más compleja y en realidad aporta retos explicativos y no sólo clasificaciones en donde interviene la bondad y la maldad.

Otro de los puntos de análisis parte de entender la tecnología en la vida de los humanos y el papel que esta juega para su interpretación del mundo, de esta manera considera que la tecnología ha servido para metaforizar hechos y se le está cediendo un papel relevante y determinista al concebir los fenómenos de esta manera, sin embargo también disto de su postura pues si culturalmente se asimila así es porque la tecnología ha adquirido un status  por ello son reproducidas estas formas de adquirir conocimiento, es decir, son parte de un proceso.







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